Las habilidades, cualidades y actitudes que se le piden a un trafficker son las siguientes:
– Proactivo: estar al tanto de lo que sucede en su sector no es una oportunidad, sino una obligación para este profesional que se dedica precisamente a mejorar los costes y las inversiones que está efectuando la empresa en publicidad.
– Inmunidad al estrés: normalmente el trafficker se encarga de varias cuentas publicitarias, y tiene multitud de campañas a la vez, por lo que tiene que ser paciente y meticuloso, para minimizar los errores y saber gestionar la presión de hacer varias tareas sin perder el rumbo.
– Analítico: es otra de las cualidades que mejor definen al trafficker, el análisis de los resultados conseguidos con las campañas que ha puesto en marcha, y cómo puede hacer para mejorarlas periódicamente.
– Resolución de problemas: su capacidad para gestionar el estrés y ser resolutivo es fundamental para triunfar como trafficker, lo importante no será en centrarse en porque se han producido los problemas, sino en la manera de conseguir resolverlos, teniendo siempre un plan B.
– Capacidad de adaptación a los cambios: los cambios se producen en todas las facetas de la vida, por eso hay que tener en cuenta que siempre se van a producir cambios, y que lo mejor es saber adaptarse a los mismos, sin darles demasiada importancia.